La propuesta que el Gobierno ha puesto sobre la mesa, y que los sindicatos ven con buenos ojos, es que los trabajadores con 38,5 años cotizados podrían jubilarse a los 65 años, según han confirmado fuentes sindicales. Para jubilarse con la pensión íntegra a los 67, habrá que sumar una cotización de 37 años.
La nueva edad de jubilación arrancará en 2013 y se extenderá hasta 2027. Durante esos años, se irá aumentando paulatinamente la vida laboral del trabajador, a razón de un mes y medio más cada año.
El periodo de cómputo de las pensiones también sufrirá una modificación. Tras la reforma, se tendrán en cuenta los últimos 25 años de vida laboral (ahora son los 15 últimos). Los sindicatos han aceptado esta propuesta a cambio de ampliar el periodo transitorio para implantar el nuevo cómputo.